15 febrero, 2008

Un retrato del Cristo (O, cómo era Jesús??) 9ª parte

Hace algún tiempo leí un largo fragmento de un libro llamado "Un rabino habla con Jesús" del autor Jacob Neusner (uno de los estudiosos más destacados dentro del judaísmo). Jacobito habla de cómo le hubiera respondido a Jesús. Por lo que leí tiene un gran respeto por Jesús y por el cristianismo. Es más, admite que su enseñanza, como el sermón del monte, lo deja "impresionado y conmovido" Incluso dice que se hubiese unido a la multitud que seguía a Jesús de un lugar a otro, encantado por su sabiduría.

Pero, (siempre esta palabrita, no?) en última instancia Neusner concluye que "se habría apartado del rabino de Nazaret" por qué? dejemos que el mismo nos explique: "Jesús da un paso importante en la dirección equivocada"... "al transferir el énfasis del ´nosotros´ como comunidad judía a un ´Yo´". Neusner no podía aceptar el cambio de la Torá (la ley del AT) a Jesús mismo como autoridad principal (y algunos mal llamados "cristianos" tampoco). "El desacuerdo se da en la persona de Jesús, y nunca en sus enseñanzas... Al final el maestro Jesús exige algo que solo Dios exige". Con todo respeto, Jacob Neusner es incapaz de dar ese paso de fe. (Es en la persona de Jesús que surgen las mayores diferencias entre el cristianismo histórico y lo que hoy conocemos como sectas: Testigos, mormones, adventistas, etc. Les recomiendo este estudio de mi querido amigo y hermano Haroldo Camacho, pastor exadventista: http://www.exadventista.com/content/view/109/3/ )

Jacob Neusner tiene mucha razón cunado dice que el contenido de la enseñanza de Jesús no encaja para nada con el modelo de otros rabinos, u otros maestros y/o filósofos de la antigüedad (como Confucio o Sócrates). No trataba tanto de buscar la verdad sino de señalarla, SEÑALÁNDOSE A SÍ MISMO!! En palabras de Mateo "Les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas". Los escribas trataban de no dar opiniones personales, y se basaban solo en comentarios "aprobados". Jesús daba muchas opiniones personales y utilizaba a la Escritura como comentario. "Oísteis que fue dicho... pero yo os digo..." fue su muletilla dominante. ÉL era la fuente, y al hablar no hacía distinción entre sus propias palabras y las de Dios. Sus oyentes entendieron la implicación con toda claridad, incluso al rechazarla. "Este blasfema". Esa onda.

Jesús era audaz (a alguien le cabe duda?) nunca retrocedió ante un conflicto. Se enfrentó con quienes lo interrumpían y con tipos burlescos de todas clases. Fue capaz de detener a una multitud que quería lapidar a una mujer adúltera; unos soldados intentaron detenerlo pero volvieron con las manos vacías: "Jamás nadie ha hablado como ese hombre" dijeron impresionados ante su presencia. Jesús incluso dio órdenes directas a demonios: "Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, no entres más en él". Cabe destacar que los demonios nunca dejaron (Ni dejarán) de reconocerlo como "el Santo de Dios" o "Hijo del Altísimo"; quienes pusieron (y siguen poniendo) en duda su identidad fueron los seres humanos.

Esa onda.

Continuará (aún...)

Gonzalo.