21 febrero, 2008

Un retrato del Cristo (O, cómo era Jesús??) 11ª parte

En el círculo más cercano a Jesús, escuchamos decir a los doce, que todos están dispuestos a ir al sacrificio. Jesús los confronta: "No saben lo que piden... ¿Pueden beber del vaso que yo debo beber?" Y los muy ingenuos dicen: "Podemos".

¿Me hubiera unido yo a los doce? No sé, es más, creo que no importa mucho porque, a diferencia de los otros rabinos, Jesús escogió personalmente a su grupo íntimo de discípulos (y creo que aún es Él quien escoge a sus discípulos), en vez de dejar que ellos lo escogieran a él. Era tan grande el magnetismo de Jesús que le bastaron unas pocas frases para convencerlos que abandonaran sus trabajos y familias para unírsele. Dos parejas de hermanos eran pescadores (Pedro-Andrés; Santiago-Juan). Todos menos Judas Iscariote, eran de la provincia natal de Jesús, Galilea (ya hemos hablado de como eran considerados los galileos por el resto de los judíos, en una palabra: flaites); Judas era de Judea, lo que demuestra cómo se había extendido por todo el país la fama de Jesús.

Ahora, si analizamos a los doce, corremos el riesgo de no entender nada de nada. Veamos: Simón el zelote pertenece al grupo que se opone violentamente a Roma, en cambio Mateo, recaudaba impuestos para los romanos!! Ningún teólogo como Nicodemo, ni personajes ricos como José de Arimatea forman parte de este selecto grupo. Hay que mirar muy adentro, pero adentro adentro para encontrar alguna capacidad de liderazgo en los doce. ¿Me equivoco?

Me van a perdonar y van sonar un poco hereje, pero creo que la característica más notoria de los doce apóstoles es su estupidez: "¿Hasta cuando he de estar con vosotros? ¿Hasta cuando os he de soportar? Pregunta Jesús. Mientras está tratando de enseñarles a ser líderes al servicio de los demás, pelean como niños acerca de quién merece el puesto de privilegio. Su "fecita" (léase fe chiquitita) exaspera a Jesús. Después de cada milagro se preocupan mucho por el siguiente. Pudo alimentar a cinco mil, ¿Podrá a cuatro mil? Casi siempre una especie de nebulosa de incomprensión separa a los doce de Jesús.

Ahora me cae como un rayo la pregunta del millón: ¿Por qué invierte Jesús tanto en estos aparentes perdedores? Marcos, uno de los evangelistas nos da la pista clave: "para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar".

Mañana terminamos...

Gonzalo.