Jesús no es solo guardián de la moral.

Si bien es cierto que no estoy a favor del matrimonio gay ni de la adopción homoparental...

Me hubiese gustado recibir la misma enormidad de mails de pastores y ministerios para orar y "hacer presencia" cuando se trata de legislar sobre el salario mínimo, colusión de las farmacias, ley de inmigración, jueces corruptos, fiscalización de las AFP e Isapres, educación de calidad, conflicto mapuche, contaminación de zonas residenciales, etc, etc... que cuando hablamos de temas solo referidos a la moralidad sexual.

Creo que el evangelio de Jesucristo, debe afectar TODO ámbito de nuestra vida, no tan solo nuestra moralidad sexual. Y todos, sí, todos sin excepción necesitamos de él. El moralista y el anarquista. El que lanza molotovs y el socio del Hogar de Cristo. El homosexual y el heterosexual. El padre ejemplar y el papito corazón que no paga la pensión mensual. El religioso y el ateo. "Por cuanto TODOS pecaron" dice la Escritura.... Necesitamos un Salvador.

¿Es Cristo el supremo en toda área de nuestra vida: familia, matrimonio, ministerio, trabajo, negocios... o tan solo lo hemos reducido a un mero guardián de la "moral y las buenas costumbres"?

En palabras de  P. Andrew Sandlin: "En nuestra cultura cada vez más secular los cristianos nos vemos tentados a reducir el Señorío de Jesús a la familia y a la iglesia. Este es un paso fatal. Si le negamos a Jesús su Señorío en unos pocos lugares pronto le negaremos en todos los lugares."

Es usted cristiano? Dios nos ayude a vernos como simples pecadores necesitados de la gracia de Dios. Al paso que vamos corremos el riesgo de terminar orando como el fariseo de la parábola....

Ah, quiere textos bíblicos? Tome:
Romanos 1-3; Sal 72:1-4; 82:2-4; 140:12; 146:7-10; Is 1:10-17; 3:9; 11:4-5; Jer 22:15-16; 23:14; Sant 5:1-6; Amós 4:1-3; Ezeq 16:49-50.

Paz.

No juzgue, hermano.

No sé si se han dado cuenta de que hay un versículo bíblico que está muy de moda y que ha desplazado al versículo bíblico más conocido por el pueblo cristiano. Si yo pregunto ¿cuál es el versículo más conocido del pueblo cristiano? la mayoría de ustedes me dirá “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda mas tenga vida eterna.”

Hoy por hoy se ha parafraseado un versículo que está en Mateo capítulo 7. Hoy, el versículo de moda es: «no juzgue hermano, no juzgue, ¿quién es usted para juzgar?, ¿quién es usted?, ¿quién se cree usted?, ¿de dónde salió?». La última que escuché fue: “¿a quién le ha ganado usted pastor?” Si soy franco, la verdad es que no le he ganado a nadie.

Hace un tiempo atrás conversaba con un hermano que me decía: «Mire pastor: a mí no me interesa saber en qué cree usted. Sólo me importa ver cómo usted vive. Estoy solamente preocupado de su conducta». Muy ligado con esto, este asunto de «no juzgue hermano», que ha desplazado a Juan 3:16, (quién lo diría, no?) alguien me dijo que no tenía mucha paciencia con los que discutían sobres puntos menores de la doctrina: «Mientras que ustedes están discutiendo aquí, allá afuera el mundo se está perdiendo».

Sin embargo brodas, creo que uno de los temas más importantes que pueda haber en todo el planeta Tierra, trata sobre la cuestión de cómo vamos a llegar (y entrar) al Cielo. Y la respuesta que demos a esta pregunta va a marcar nuestro destino eterno. Y es verdad, se puede tener un buen testimonio, se puede ser una persona moral, incluso sin entender el evangelio. Como diría el hermano Erwin Lutzer: "si tenemos una definición más o menos ligera de bondad, se puede afirmar suavemente que hay personas buenas en todas las religiones del mundo. Pero lo que uno no puede hacer es entrar al cielo, o mejor dicho, conocer a Dios, sin un entendimiento básico de lo que usted y yo hoy día llamamos el evangelio; por lo menos esto es lo que enseña la Palabra de Dios

¿Conoce usted el Evangelio?"

Gonzalo Ramírez L.

Extracto del Libro Volviendo el Evangelio.(Pags 14, 15)
Varios Autores.

Mediador Ediciones, Viña del Mar, Chile.

El doctor Lloyd Jones nos explica con claridad

¿No es cierto que algunas personas realmente parecen exaltar el bautismo y modos particulares del bautismo a la posición suprema?

 ¿No hay otros que parecen pensar que el hablar en lenguas en la única cosa que importa? Toda su doctrina del Espíritu Santo es realmente una cuestión de hablar en lenguas. Siempre están hablando de ello, esta es la prueba, otras personas están excluidas si no han hablado en lenguas.

 Otros piensan que sólo es cuestión de orden eclesiástico. Hay algunos que todavía enseñan que el Episcopado es absolutamente esencial para la iglesia. Hay quienes pedirían lo mismo sobre el presbiterio.

 Y así, en una época de sequía como esta, cuando en nombre de Dios está siendo violado he ignorado por los demás, en este horrible período en el que vivimos, hay personas que ocupan la totalidad de su tiempo argumentando sobre el gobierno eclesiástico, formas de servicio y otros asuntos.

 Martyn Lloyd Jones. Revival P.60.