01 agosto, 2008

Wen Comentario

¿Yo soy Ateo?
Por Wolfgang Streich

No me entiendas mal, lee esto primero y entenderá lo que quiero explicar. Aunque Juan Stam me dio algunas ideas brillantes sobre este tema trataré de analizarlo desde mi perspectiva personal.


Según Stam, a los primeros cristianos, el mundo helenístico los tildó de "ateos", porque no creían en los dioses de entonces. Una consigna frecuente en el coliseo de Roma era, "muerte a los ateos", refiriéndose a los cristianos.



Frente al ateísmo, la primera pregunta que tenemos que hacer es, ¿a cuál dios se está negando? o ¿a cuál dios se está rechazando? Creo concordar con grandes pensadores de la humanidad que el gran problema de las religiones es la idolatría (la adoración a un dios falso, a una imagen falsa de un Dios verdadero, o a cualquier ida distorsionada, pensamiento vano, incluso una actitud equivocada).


Esto es explicado ampliamente en los capítulos y versículos referentes a la idolatría en el Antiguo Testamento. También la gran pregunta del Cristianismo, tal vez la única pregunta fundamental es "¿Cómo es Dios?". Ya los discípulos de Jesús dijeron "Muestranos a Dios". Creo que en este sentido la Biblia es radical en la idea que "mejor ningún dios, que un dios falso". Cuando Israel se estableció en Canaán, cuando hicieron ciudades e iniciaron una vida sedentaria, ocurrió un proceso de "baalización del yahvismo" (por esto se entiende que el culto al verdadero Dios "Jehová", tuvo un retroceso, hacia un culto mimetizado; medio una cosa y medio otra cosa, Jehová, lleno de elementos del dios Baal – Esto es muy similar a lo que ocurre hoy en día con los que mezclan un dios mamon, con un presunto evangelio y lo transmiten por televisión)



Con toda la retórica y las formas externas del yahvismo, el pueblo de Israel y sus líderes en realidad iban adorando cada vez más a Baal. Los profetas hebreos rechazan a ese "dios", en nombre del "Yo soy". Es interesante estudiar los mensajes de los profetas indicando claramente la idolatría de los Israelitas, que a cualquier ídolo le llamaban "Yahvéh"
Cuando se pretende encerrar al Dios de la Biblia en fórmulas doctrinales, tradiciones e instituciones, se termina adorando a algo que no es Dios. Eso está ocurriendo desde hace cientos de años.



El Cristianismo se especializó en desfigurar a Cristo, convirtiéndolo en una serie de dogmas y ceremonias ridículas que no tienen sentido para nadie. Por eso, en Dinamarca, Sören Kierkegaard analizó a la cristiandad de su patria, concluye que en ella Dios no está presente, rechazando los dogmas de la iglesia llamándolos ídolos cristianos y se lanzó a la búsqueda del encuentro existencial con aquel Dios que es la negación de todos los dioses (de paso, es muy interesante ver como hoy en día el Dios de la Biblia ha llegado a ser un dios, tras procesos de culturalización cristiana, implementado tanto en países católicos como en los protestantes)



En Alemania, Federico Nietzsche asistió a la iglesia luterana que pastoreaba su propio padre, y parece que Nietzsche es el único que se dió cuenta de la ausencia de Dios en todo eso. Jean Paul Sartre y Ernst Bloch son otros ateos a los que les duele la ausencia del Dios verdadero, mientras la buena gente religiosa siguen tranquilamente adorando a ídolos que ellos han puesto en el lugar de Yahvéh y siguen viviendo una religiosidad que no tiene nada de el modelo del Dios verdadero predicado por la Biblia.



Mahatma Gandhi, un gran admirador de Jesús de Nazaret, dijo una vez, "Yo podría ser cristiano, si no fuera por los cristianos". Gandhi no rechazaba a Cristo, sino a una representación distorsionada de Cristo en los cristianos y la cristiandad. Por eso el modelo Bíblico de Yahvé (el Verdadero Dios) debe hacernos rechazar también las distorsiones y perversiones, de las que están plagadas las iglesias en el mundo llamado cristiano (también en Paraguay) Debemos por el contrario, buscar un compromiso radical con el Dios de la historia, el Dios de la Justicia, el Dios de la liberación.



Ernst Bloch, era un marxista, un materialista y un ateo, pero un ateo con una extraña nostalgia de Dios. Era un gran admirador de los profetas hebreos y de Jesús, del cristianismo primitivo. Tal vez no vio nada del modelo revolucionario de la Biblia, en los pueblos llamados "cristianos"
En un fascinante libro con el sorprendente título, Ateismo en el cristianismo, Bloch afirma (en la misma portada de la edición alemana, 1968) que "Sólo un ateo puede ser un buen cristiano; sólo un cristiano puede ser un buen ateo". Se refiere precisamente a la rechazo a la construcción de ídolos o modelos errados de Dios, a ese "a-teismo" de los primeros cristianos. Sólo los que no creen en ninguno de "los dioses" (incluso el "dios" de determinado sistema teológico absolutizado, de determinada religión o experiencia como verdad última) pueden ser buenos cristianos. Sólo el "a-teismo" de rechazo a hacer imágenes de Dios distorsionadas por la limitación de la mente humana (cualquier intento de meter a Dios dentro de un libro de doctrinas) puede liberarnos de ídolos y hacernos buenos cristianos y cristianas. Hay que señalar que Bloch señala que un ateo puede ser un idolatra, si hace un ídolo de su ateismo.



Benditos Cristianos aquellos "ateos" que rechazan cualquier intento de meter al Verdadero Dios dentro de cuatro paredes, o dentro de 28 doctrinas sistematizadas, fuera de las cuales cualquier libre pensador es llamado "hereje"
-- http://www.exadventista.com


Lo ennocontré reweno, ¿Que os pareze flaitezillos?

Saludos

Gonzalo "Papá"