20 mayo, 2008

Llueve sobre la ciudad

Llueve a la antigua.

Llueve caleta a esta hora en Viña del Mar.

Que llueva no más, harta falta que hace.

Así como hablamos de crisis energética, sé de muchos hermanoides (y me incluyo) que pasan por períodos prolongados de crisis energética espiritual, o sequía, o desierto; llámenlo como quieran.

Sin lluvia no hay fruto, no hay cosecha. Todo sube de precio. Todo mal

En nuestro corazón pasa lo mismo... si no hay lluvia, no hay pastos, ni fruto.

Cáchense lo que nos cuenta nuestro hermano Zac: "Pedid a Jehová lluvia en la estación tardía. Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba verde en el campo a cada uno" (Zac 10. 1)

Ahi ta la madre´l cordero po´: Debemos pedir al Señor que nos mande lluvia, bros!! (qué San Isidro ni que ocho cuartos!) Manda lluvia Señor, inúndanos, refréscanos... Nos hace tanta falta!!

Abre los cielos , sobre nosotros
Abre los cielos, Señor, haz llover.
Somos tu pueblo, somos tu viña
Abre los cielos, Señor haz llover.
(J.A. Romero)
Lo cuático, es que según el Hermano Zac, esta petición de lluvia, va de la mano con nuestra actitud de adoración ante el rey: "Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia." (Zac 14.17)
Esa onda!!
El que no adora, no se moja.
Hace mucho, escuché una canción que decía "El secreto es adorar", parece que de Danny Berríos.
Tenía razón.
Que llueva no más. / (Adoremos no más)
Paz.
Gonzalo.