Nací en una iglesia.
(Y creo que debajo de una de las bancas)
Me acuerdo de hartas cosas lindas, otras no tan lindas... en fin.
Lo que si tengo clarito clarito, es que mi congregación tendía a pasar por alto los acontecimientos de Semana Santa, para solo tener un culto de resurreción o pascua de resurreción.
Jamás hubo ni un solo cultito en Viernes Santo. La Cena del Señor era una vez cada tres meses (Con lavamiento de pies incluído. No es chiste) y los diáconos vigilaban el avance de las bandejas con las copitas y de los pancitos tipo galletitas american cracker. La verdad es que no cachaba una de la muerte de Jesús. Pero quería cachar...
Me dijeron hasta el re-cansancio que los católicos romanos "no creían en la resurrección". Esa era la mejor explicación del porqué usaban crucifijos con un "Jesusito clavado". Nosotros creemos en un Jesús poderoso, me decían. Me contaron que celebraban la misa con velas encendidas en una suerte de rito sectario, lo que hablaba de su obsesión por la muerte. Nosotros, los "verdaderos cristianos", éramos diferentes. En pascua de resurrección nos poníamos las mejores pintas y teníamos un verdadero cultazo. Ejale!!
Cuando llegue al Seminario (Léase IBV) y comnenzé a estudiar teología e historia de la Iglesía, me pegué los alcachofazos: Los católicos sí creen en la resurrección con la misma fuerza que nosotros, y más encima, ellos fueron quienes escribieron muchos de los credos que definieron "el marco teórico" de nuestra creencia. (No es mi intención hacer una "apología romanista" pero hay que decir las cosas como son)
Ahora, como es nuestra costumbre, si vamos a los evangelios, nos podremos dar cuenta que al revés de lo que pasaba en mi iglesia de infancia, el relato se va poniendo cada vez más lento, cuando llega a Semana Santa. Un comentarista dijo que los evangelios no son otra cosa que crónicas de la muerte de Jesús, pero con unas largas introducciones. Wena eh?
Si leemos una biografía, sería raro que esta dedicara más de un diez por ciento de sus páginas al tema de la muerte, sin embargo los evangelios ocupan una tercera parte del texto a la última semana antes de la muerte de Jesús. Mateo, Marcos, Lucas y Juanito (jeje...es que es mi favorito) consideraron que la muerte de Jesús fue el ministerio (y también misterio) central de su vida.
Veamos: solo dos de los evangelios narran los acontecimientos de su nacimiento; los cuatro escriben solo unas cuantas hojas acerca de la resurreción. Sin embargo, LOS CUATRO EVANGELIOS NOS NARRAN LOS MANSONIQUE RELATOS DE LOS SUCESOS QUE CONDUJERON A LA MUERTE DE JESÚS.
¿Cómo podía ser que un Mesías fuera derrotado? ¿Un Dios crucificado? la creación entera se convulsionó ante semejante hecho: la tierra tembló, las rocas se partieron y el cielo se oscureció.
¿Será importante este tema? me tinca que si.
Les invito a tomarnos unos días para analizar los últimos días de Jesús antes de padecer.
Paz
Errr Gonzalo