Perdón por la demora, (y la de frambuesa), han sido días agitados.
Este tema me tiene de cabeza, la gracia me posee, me atrapa, me arrasa...
seguimos.
Al hacer todo lo posible por reunirse con los gentiles, comer con pecadores y tocar a los enfermos, Jesús amplió el ámbito de la misericordia de Dios. Para los dirigentes judíos, las acciones de Jesús ponían en peligro la existencia misma de todo su sistema religioso; bueno, no se sorprendan cuando lean en los evangelios que más de veinte veces conspiraron contra Jesús.
Uno de los relatos de Jesús que contrasta a un piadoso fariseo con un arrepentido recaudador de impuestos, capta en pocas palabras el evangelio (inclusivo) de la gracia. El fariseo, que ayunaba dos veces por semana y diezmaba tal como estaba establecido, daba piadosamente gracias a Dios por ser mejor que los ladrones, los injustos, los adúlteros y mucho mejor que el recaudador de impuestos que estaba junto a él. El recaudador de impuestos, demasiado humillado como para elevar sus ojos al cielo, oraba en la forma más sencilla posible: "Dios, se propicio a mí, pecador". Jesús sacó la conclusión: "Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro".
Podemos deducir de este relato de Jesús que la conducta no tiene importancia? Que no hay diferencia moral entre un legalista disciplinado y un ladrón, un injusto y un adúltero? POR SUPESTO QUE NO!! La conducta importa de muchas maneras; SOLO QUE NO ES LO QUE NOS HACE ACEPTOS ANTE DIOS, (Supongo que ya cachan que es la gracia la que nos hace "aceptos" ante Él) Hay un escritor ateo llamado A.N. Wilson que se le ocurrió comentar esta parábola, cachénse lo que dijo: "Es un episodio ofensivo, moralmente anárquico. Todo lo que importa en ese relato parece ser la capacidad de Dios para perdonar". BINGO!! Eso es!! Eso es lo único que importa!! Les dije antes que Jesús trajo una revolución de la gracia?? Si? ah!! sorry.
En sus propias interacciones sociales, Jesús puso en práctica "el gran cambio" proclamado en Mateo 5 (Las Bienaventuranzas). Normalmente en este sistema se mira a los ricos, los hermosos, los que tienen éxito. LA GRACIA, por el contrario, introduce un sistema con una lógica distinta. Como Dios ama al pobre, al que sufre, al perseguido, también nosotros debemos amarlos. Como para Dios no hay indeseables, tampoco debe haberlos para nosotros. Con su propio ejemplo (graaande Maestro!!), Jesús nos llama a mirar al mundo con lo que Ireneo (Uno de los "padres" de la Iglesia) llamaría: "ojos sanados por la gracia". Hay un canto precioso del peladito Murrell: "Ayúdame a mirar con tus ojos."
Las parábolas de Jesús dejaron este tema más que claro, ya que con frecuencia los pobres y los oprimidos fueron los héroes de sus relatos. Uno de ellos lo protagoniza un pobre, Lázaro (ojo que es la única persona que aparece con su nombre en los relatos de Jesús) a quien un rico explotaba. Al principio se ve al rico "quebrándose" con sus ricas vestimentas y disfrutando de tremendos banquetes, mientras que el mendigo Lázaro, lleno de heridas (llagas) estaba acompañado por unos perros que lamían sus heridas!! (esa onda) junto a la puerta de la casa. La muerte, sin embargo, cambia radicalmente su situación. El rico escucha a Abraham que le dice: "Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado, y tu atormentado".
Este fuerte relato caló muy hondo en la conciencia de los primeros cristianos, muchos de los cuales pertenecían a las clases económicamente más pobres. Los cristianos ricos y pobres hicieron una especie de trato: Los ricos estuvieron de acuerdo en financiar obras de caridad a cambio que los pobres oraran por sus almas. Sin duda que Dios aceptaba mejor las oraciones de los pobres, pensaban ellos. (Como curiosidad: En la actualidad en los cultos fúnebres los monjes benedictinos oran para que "Lázaro reconozca" a su colega difunto, siguiendo la tradición de que Lázaro, y no Pedro, es quien guarda la entrada al cielo. Fue el aporte cultural de hoy...)
Por un tiempo, la Iglesia se esforzó en seguir esta nueva lógica y como consecuencia, los primeros cristianos gozaron en el Imperio Romano de la reputación de apoyar a los pobres y a los que sufrían. Los cristianos, a diferencia de sus vecinos paganos, rescataban a sus amigos de sus captores bárbaros, y cuando las plagas asolaban a la población, los cristianos cuidaban de sus enfermos en tanto que los paganos los abandonaban apenas descubrían los primeros síntomas. En los primeros siglos, por lo menos, la Iglesia tomó al pie de la letra el mandato de Jesús de recibir a los extranjeros, vestir a los desnudos, alimentar a los hambrientos y visitar a los presos. (Según los historiadores de la Iglesia, esta buenas obras continuaron hasta el triunfo de Constantino, quien legalizó la fe y estableció una Iglesia Oficial Imperial. A partir de este momento la Iglesia tendió a ESPIRITUALIZAR LA POBREZA, y a dejar que el emperador se preocupara del "bienestar" de sus súbditos. Con el paso del tiempo, la Iglesia misma pasó a formar parte del grupo de los ricos de la sociedad)
Cuando leo estos relatos de Jesús y al estudiar la historia de la Iglesia primitiva, me siento bien y mal a la vez. La pregunta que he hecho muchas veces a amigos y hermanos, se vuelve en contra mía para acusarme. Ante el claro ejemplo de Jesús, ¿CÓMO ES POSIBLE QUE LA IGLESIA SE HAYA CONVERTIDO EN UNA COMUNIDAD DE GENTE RESPETABLE, EN LA QUE LOS EMPOBRECIDOS Y/O DESAMPARADOS YA NO SE SIENTEN BIENVENIDOS????
Les dejo la pregunta.
Continuará...
Gonzalo.