Continuamos.
Según los 4 evangelios, las mujeres fueron los primeros testigos de la resurrección, hecho que ningún conspirador en el siglo primero hubiera inventado. Los tribunales judíos ni siquiera aceptaban el testimonio de testigos femeninos. Un "encubrimiento deliberado" hubiera atraído la atención sobre Pedro o Juan o, más aún, sobre Nicodemo o José de Arimatea; jamás se hubiera fundado en el informe de unas mujeres. Como los evangelios se escribieron varias décadas después de los hechos, los autores tuvieron mucho tiempo para corregir este "error"; a no ser, desde luego, que no estuviesen inventado una leyenda, sino contando los simples hechos.
Ahora, una conspiración también hubiera mejorado los relatos de los primeros testigos. ¿Había dos personajes vestidos de blanco o uno solo? ¿Por qué María Magdalena confundió a Jesús con un hortelano? ¿Iba sola o con Salomé y la otra María? Los relatos del descubrimiento de la tumba vacía suenan tan secos y fragmentados. Las mujeres, según Mateo, salieron del sepulcro "con temor y gran gozo". "Se espantaron", dice Marcos. Jesús no hace una entrada teatral, bien elaborada, para acallar todas las dudas; los primeros informes parecen frágiles, misteriosos, confusos. Sin duda que estos "conspiradores" hubieran descrito mucho mejor lo que más tarde iban a pretender que era el ACONTECIMIENTO FUNDAMENTAL DE LA HISTORIA.
Resumiendo, los evangelios no nos presentan la resurrección de Jesús como lo hubieran hecho los apologistas, con argumentos bien organizados para demostrar cada elemento principal de la misma, sino más bien como una intrusión molesta que nadie esperaba, menos la manga de cobardes que eran los discípulos de Jesús. Los primeros testigos reaccionaron como cualquiera de nosotros lo hubiera hecho; como yo habría reaccionado si, al abrir la puerta me encuentro con mi padre, o con mi amigo Lorenzo: con temor y gran gozo. El temor es la respuesta humana ante lo sobrenatural. El gozo, por el contrario, superó al temor porque la noticia que escucharon era una noticia demasiado buena para ser verdad, pero tan buena que tenía que ser verdad JESUS ESTABA VIVO!!! (Bashar!!) Resurgieron los sueños acerca del Mesías en el corazón de las mujeres. Salieron corriendo, con temor y gozo, para contarles la noticia a los discípulos.
Pero hablando de conspiración, si hubo conspiración. Las autoridades judías echaron a andar mentiras y coartadas para ocultar lo inocultable (O de revertir lo irreversible?) ...
Seguimos tumorrou
Peace ya!!
Gonzalo.