Parto por mencionar una situación, por decir lo menos, curiosa: Llegado el momento de analizar teológicamente el planteamiento pentecostal (O sea el nuestro, asambleísticamente hablando) lamento la baja cantidad y calidad de los textos escritos por nuestros teólogos pentecostales: Myer Pearlman, Stanley Morton (Éste último un poquito mejor), y de otros queridos hermanos que sin ser teólogos han escritos libros donde sin querer queriendo han sentado las "bases" del llamado movimiento neopentecostal. Benny Hinn, Cindy Jacobs, por nombrar algunos han escrito libros devocionales (donde narran su propia experiencia con el Señor) que muchos líderes un tanto flojitos pa´l estudio serio ("la letra mata") los toman y lo enseñan como doctrina, siendo que muchas de estas "experiencias" están al límite de lo que pudiésemos llamar bíblico. Caso aparte son las publicaciones de César Castellanos, cuyas revelaciones y escritos han dado origen al movimiento G12 (Visión celular), con prácticas de empresa piramidal, maquillada con manifestaciones pseudopentecostales. Otro caso digno de nombrar es el de C. Peter Wagner, quien siendo teólogo, profesor de un importante seminario de los Estados Unidos, ha impuesto la famosa doctrina de los "Espíritus Territoriales", tomando textos sueltos y sacados de contexto. Varios pastores y líderes, enseñan estas "doctrinas" como verdad absoluta, sin estudiarlas ni examinarlas a fondo.Honestamente, de los teólogos pentecostales la honrosa exepción es Pablo Hoff, autor de varios textos de estudio ocupados en distintos seminarios latinoamericanos. Este gringo ha dado su vida por servir y educar al pentecostalismo chileno. Uf, qué tarea, no?
Por otro lado, las obras teológicas de mayor calidad han sido escritas por hermanos no pentecostales, Berkhof, F.F Bruce, J.I Packer, Fee, Hodge, Spurgeon, Stott, Lewis, etc. Y... pucha que es necesario tener una buena base teológica. No es lo fundamental, pero es muy importante. Leer a estos hermanos ha sido grato. Quizás no comparto todas sus ideas (FF Bruce, por ejemplo no cree en el rapto.) pero analizarlas me ha hecho bien, ya que poco a poco se va abriendo una visión más amplia del propósito de Dios: Su reino. Que incluye a pentecostales, bautistas, presbiterianos, metodistas, asambleístas, etc, etc, etc.
Sin embargo, nosotros, los santos asambleístas autónomos hemos mirado con desprecio a muchas de estas congregaciones porque "NO TIENEN EL ESPÍRITU SANTO" y además "NOSOTROS TENEMOS LA SANA DOCTRINA". Por un lado es raro es que varias de estas congregaciones crezcan más que nosotros, plantan nuevas iglesias (no anexos) levantan nuevos pastores (no encargados de obra) y algunas cuentan con un seminario para la formación de sus líderes... y "no tienen el Espíritu Santo". Por otra parte, si nosotros tenemos la "SUSANA DOCTRINA" por que chita hay tantas diferencias entre lo que predicamos y hacemos????? Algunos pastores predican el gobierno pastoral, donde solo el pastor es el "ungido de Jehová" y el resto es solo arroz, otros relegan a las mujeres a labores de cocina, otros dicen que la salvación se pierde, otros que si no hablas en lenguas no tienes al Espíritu Santo (y dale), que si eres líder debes hablar en lenguas todos los días, que el Espíritu meón, que las maldiciones generacionales, que tomar la ciudad y ungirla con aceite, que tu tiempo ya pasó (el que lea entienda), soltálo, achí diche eh cheñó, etc. Todo esto dentro de nuestras asambleas.