31 agosto, 2008

Evangelio Consumista 2ª parte

Asi no más po.


El verdadero evangelio es un llamado a negarse a uno mismo. No es un llamado a la autorrealización. Esto lo pone en la vereda opuesta de la contemporánea proclamación del evangelio, donde los canutoides ven a Jesús como una suerte de "genio utilitario": Uno frota la lámpara, Cristo sale y le dice que puede tener lo que se le antoje; uno le da la lista y él lo cumple.


Por esto mismo es que no soy (y no seré) tan popular dentro del "ambiente cristiano", ni me verán muy seguido como orador en congresos retiros, salvo los de mi congregación, y si es que... jeje. Pero siento que muchos de mis colegas ministros no toman la Biblia en serio. Me explico.


Siempre trato de decirles a mis oyentes o lectores flaites que debemos tener un corazón dispuesto a someterse a la Palabra de Dios, porque ese es el mensaje, sin adorno ni adulteración, que Dios mismo quiere entregarles. Si no estamos dispuestos a enfrentarnos a la dura verdad de la convicción por nuestros pecados, la realidad dura y perturbadora de la negación propia, y las duras demandas de seguir a Cristo... tamos mal. Muu mal.


Algunos hermanoides canutillos le dirán que Jesús solo quiere que a usted le vaya bien y que si no le va bien es porque usted no ha "presentado su boleto de lotería espiritual". Si no es rico, es porque no ha reclamado. Jesús quiere que usted esté libre de deudas, y si manda suficiente dinero a tal o cual radio o ministerio del pastorcillo fulano, este acto de fe lo libertará del demonio de la deuda. Su salvación por medio de Cristo es garantia de salud, riqueza, prosperidad y felicidad.


El cristianismo, en las manos de algunos dirigentes de iglesias "acomodaticias", se ha convertido en un movimiento de "logre lo que quiera" en lugar de ser un movimiento "abandónelo todo". Este teólogo flaite se une a las palabras del pastor John Macarthur: "Estos dirigentes han prostituido la intención divina del evangelio. Han reemplazado la gloria de Dios por la satisfacción del hombre". Han canjeado el concepto de entregar por entero nuestras vidas para el honor de Cristo por el de ser honrados por Cristo. Como tal, nuestra sumisión a la voluntad de Dios es reemplazada por la sumisión de Dios a nuestra voluntad. Siendo que las personas por lo general rechazan el evangelio real, los canutoides modernos simplemente han cambiado el mensaje.

Un santo de hace muchos siglos lo dijo muy bien en esta oración:

Señor, alto y santo, manso y humilde, hazme aprender por la paradoja de que el camino hacia abajo es el camino hacia arriba, que ser humilde es ser elevado, que el corazón quebrantado es el corazón sanado, que el espíritu contrito es el espíritu que se regocija, que el alma arrepentida es el alma victoriosa, que no tener nada es poseerlo todo, que llevar la cruz es tener la corona, que dar es recibir.
Hazme hallar tu luz en las tinieblas, tu gozo en mi tristeza, tu gracia en mi pecado, tus riquezas en mi pobreza, tu gloria en mi valle, tu vida en mi muerte.

Arthur Bennet.

Esto se pone weno

Paz

Gonzalo.