Temor en la Adoración
Siempre que ministres a Dios con temor a Él, no para mostrar tus dotes a los hombres sino para darle la honra a Dios, es donde toda la bendición de Dios se manifestará no sólo cuando ministres, sino en tu propia vida diaria.
Cada vez que alzamos una guitarra de su pedestal para tocarla en nuestra congregación -- o cualquiera que sea nuestra tarea en el ministerio de música -- me pregunto si realmente ministramos sabiendo lo que hacemos, teniendo temor de Dios, con la convicción que en lugar donde estamos parados está la presencia de Dios. Siempre que ministres a Dios con temor a Él, no para mostrar tus dotes a los hombres sino para darle la honra a Dios es donde toda la bendición de Dios se manifestará no sólo cuando ministres, sino en tu propia vida diaria.
El Salmo 128 muestra los beneficios que da el tener temor a Dios y muchas veces nosotros dejamos te tener ese temor reverencial cuando nos toca ministrar. Es así que deseamos mostrar nuestra técnica “dancística” o “musical” y nuestra imagen a los hombres como si fuera que a ellos deberíamos de agradar.
Hay dos temores que debemos ejercitar aquellos que estamos ministrando con la música, ya que como Josafat, rey de Judá puso a los músicos en primera fila en una batalla que libró, así también Dios nos pone a los músicos en primera fila, preparando el camino para que Su Palabra sea más asimilada por todos los que asisten a nuestras congregaciones. El Temor Reverencial es como miedo mezclado con reverencia. En Salmos 4:4 se nos muestra que este temor nos insita a no pecar. Claro que cometemos errores, pero cada vez la Palabra de Dios nos va perfeccionando.
Sin embargo, muchos de nosotros ministramos teniendo faltas en nuestros corazones y así ministramos a los demás, cegados a veces por la soberbia de saber que no hay un músico o un coreógrafo mejor que el que nos creemos nosotros. Y luego uno se pregunta: “¿por qué la gente se fue tal como vino?” El Temor Sagrado es aquel que nos hace odiar el mal. En Proverbios 8:13 se nos muestra que la soberbia, el mal camino, y la boca perversa son aquellas cosas que deberíamos aborrecer y quitar de en medio de nuestras vidas, demostrando así temor a Dios. Si tú tienes que ser el único del grupo de alabanza que marque la diferencia en cuanto a reverencia, integridad y humildad, debes hacerlo. A veces por influencia perdemos la oportunidad de ser utilizados en gran manera por Dios. Aprende que aquel que no muestra reverencia y temor de Dios en la Biblia es llamado necio, como el rico insensato, que más buscó su gloria a la vista de los hombres, hasta que un día todo eso desapareció cuando el murió, sin llevar nada de su gloria a la eternidad. Recuerda lo que dice en Proverbios 1:7 (LBLA): “El temor del Señor es el principio de la sabiduría”.
Nosotros sólo somos un canal por donde se hace una comunicación entre Dios y su pueblo, pero si tú te pones al medio, pretendiendo ser la gran estrella de Pop o el bailarín de Britney Spears, ese canal se obstruye impidiendo de que Dios pueda manifestar su poder y haciendo que su pueblo no se concentre en alabarlo a Él, porque tú mismo los distraes. Todos queremos agradar a Dios con lo que hacemos para Él, pero toda aquella ofrenda que muestre soberbia, inmundicia de corazón y no sea dirigida directamente a Dios será rechazada. Busca alabarlo a Él y lleva a los que ministras a Su presencia con temor y reverencia; veras que sucederán cosas que no pensaste nunca que pasarían.
Tomado de www.enlacemusical.com