Llegando al lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: Zaqueo, baja en seguida.
Tengo que quedarme hoy en tu casa.
Lucas 19.5 (NVI)
Estoy convencido que muchos hermanitos de nuestra iglesia están muy bien enseñados en las doctrinas del Evangelio eterno. Sin embargo en nuestras conversaciones con algunos más nuevitos (y otros no tan nuevitos, más bien "pasaditos"), nos hemos dado cuenta de la GRAN NECESIDAD DE REPETIR LOS FUNDAMENTOS BÁSICOS DE LA DOCTRINA CRISTIANA.
Espero que me comprendan aquellos que esperaban temas más apasionantes, tales como: definir la identidad del cuerno pequeño de apocalipsis, el código secreto del libro de Baruc, o la vida intelectual de Adriana Barrientos. Es más, hemos recibido correspondencia donde se nos pide analizar al psicópata Julián García de "Alguien te mira", les pido paciencia, ya vendrán estos "interesantes" temas. (je je).
Vamos a ocupar la historia de Zaqueo para ilustrar una doctrina básica del Evangelio: El llamamiento eficaz de los hombres por parte del Espíritu Santo.
Zaqueo tenía curiosidad por ver a este hombre tan extraordinario que era Jesús, que estaba trastornando a todo el mundo. A veces creemos que la curiosidad es mala, incluso he escuchado a algunos decir que "es pecado" venir a la Iglesia por curiosidad; no estoy tan seguro de eso. En sí misma, la curiosidad no es mala, ahora, tampoco es buena. Sin embargo me ha dado cuenta que la curiosidad es uno de los mejores aliados de la gracia. Zaqueo, movido por la curiosidad, quiso ver a Jesús. Pero... tenía dos obstáculos que sortear: una gran multitud que le impedía el paso, y su estatura (era re chico este gil). Qué hizo? lo mismo que hacían los niños: subirse a un árbol. Quizá el árbol estaba lleno de niños (no lo sabemos) pero si podemos percibir la ansiedad que había en este chico por ver a Jesús. Quién sería Jesús? Sabemos que nuestro Señor no llevaba ningún distintivo especial, una corona, una capa, no. Se vestía igual que todos los demás. Zaqueo a penas podría distinguirlo del resto. AHHHHHHHHHHHHHH!!!! pero antes que lo viera, Jesús ya ha fijado sus ojos en él; y parándose bajo el árbol, mira hacia arriba y dice: "Zaqueo, baja enseguida. Tengo que quedarme hoy en tu casa" Zaqueo baja, Jesús va a su casa, y el milagro ocurre: Zaqueo se convierte en discípulo y entra en el reino de los cielos.
1. Este "llamamiento" es totalmente por gracia.
Esto podemos deducirlo fácilmente ya que este chico sería el último que pondríamos en una lista para salvarse. Era de Jericó, una ciudad perversa que había sido maldecida, y con pésima fama. Fue cerca de Jericó donde "un hombre cayó en manos de ladrones" (se acuerdan del buen samaritano?). Ahora no creo que Zaqueo haya sido uno de esos ladrones, pero los publicanos (recaudadores de impuestos para Roma) tenían fama de ladrones. Queridos amigo, no importa el lugar donde estés, si es el antro más penca de toda tu ciudad o la población más peligrosa, si la GRACIA EFICAZ te llama, ella no hace distinción de lugar.
Zaqueo pertenecía a una profesión extremadamente mala, probablemente estafaba a los demás para hacerse rico. Era lógico que se levantaran los pelamabres y cuchicheos entre la gente "buena" oh! la gracia está llamando a un pecador y es más El señor mismo va de invitado a esa casa!!!. PERO LA GRACIA NO HACE DISTINCIONES DE PERSONAS , sino que Dios llama a quien quiere, y así, llamó a este chico, el peor de los publicanos, en la peor ciudad, y con la peor de las ocupaciones. Además, Zaqueo era uno de los menos indicados para ser salvado, porque era rico. Es verdad que pobres y ricos son igualmente recibidos por el Señor, pero es rioso recordar que Dios llamó a "lo vil de este mundo" ricos... en fe. No importa, la gracia no hace distinciones en este punto. El rico Zaqueo es llamado a bajar del árbol, baja y es salvado. El que Dios mire hacia abajo sobre los hombres, es en mi opinión una de las muestras más grandes de amor y misericordia de parte de Él. Sin embargo, creo que acá hubo una muestra mayor: Jesús miró arriba para llamar a Zaqueo. Me van a disculpar pero lo encuentro simplemente extraordinario.
Ah! queridos amigos, muchos de ustedes se han subido al árbol de las buenas obras y se han sentado en las ramas de sus "santas acciones", confiando en el "libre albedrío" humano (que es totalmente esclavo y que de "libre" no tiene nada), o en pensamientos filosóficos..... a pesar de todo eso, Jesús eleva su mirada hacia ti y te dice: Baja, hoy tengo que quedarme en tu casa. Cristo mismo te llama y te invita, no es genial??!!!
Seguimos "tumorrou"
Paz
Gonzalo, el publicano.