21 diciembre, 2007

Navidad, ..... 5ª parte. El Verbo se hizo carne.

En esa noche, el cielo se llenó de ángeles, pero nadie los vio.

Claro, salvo un grupo de "don nadies" de los cuales ni siquiera se saben sus nombres.

Analfabetos empleados que cuidaban el rebaño de otros.

Los pastores tenían tan mala reputación, que los judíos correctos los mencionaban junto a los "impíos", y los confinaban al atrio más externo del templo. Dios los escogió a ellos para que ayudaran a celebrar el nacimiento del que sería conocido como amigo de pecadores.

Accesible: Los que hemos sido criados en un hogar cristiano, con una tradición de oración informal y privada, quizás no hemos valorado el cambio que introdujo Jesús en la forma en que los humanos se acercan a la Deidad. Los hindúes ofrecen sacrificios en sus templos. Los musulmanes se postran tanto que tocan el suelo con la frente. En la mayor parte de las tradiciones religiosas, el temor es la emoción primordial cuando uno se acerca a Dios.

Ahora bien, sin duda que los judíos relacionaban el temor con el culto. La zarza ardiente de Moisés, las brasas ardientes de Isaías, las visiones extraterrestres de Ezequiel; la persona que era "bendecida" con un encuentro directo con Dios, esperaba salir radiante o quizás medio tullido como Jacob. Los niños judíos aprendían relatos del monte sagrado en el desierto, donde cualquiera que lo tocaba se moria!! Si alguien se acercaba al arca del pacto, se moría!! Si alguien entraba al Lugar Santísimo, no salia vivo (glup!)

Justo entre quienes habían construido un Lugar Santísimo aislado para Dios en el templo y no se atrevían a pronunciar o deletrear su nombre, Dios se presentó en forma sorprendente como un niño en un pesebre... la pregunta me viene como un rayo ¿Qué puede ser menos atemorizante que un recién nacido, con sus extremidades bien pegaditas a su cuerpo?

En Jesús, Dios encontró la forma de relacionarse con los humanos SIN TEMOR.

Mi humilde opinión personal es que el temor nunca había funcionado muy bien. El Antiguo Testamento realata mucha más violaciones que cumplimientos. Se necesitaba un nuevo enfoque, UN NUEVO PACTO, que no hiciera énfasis en el enorme abismo entre Dios y la humanidad, sino QUE AYUDARA A SALVAR ESE ABISMO.

Se cuenta que una mamá jugaba con su hijo de 5 años al "Adivina quién" para ayudarlo a conocer los nombres de los animales:

Niño: pienso en un animal que es muy grande y que hace actos de magia.
Mamá: no sé, hijo.
Niño: Es Jesús!! - dijo el niño con aires de triunfo.

La respuesta me pareció bastante irrespetuosa en ese momento, pero a medida que la fui analizando me fui dando cuenta que lo que el niño dijo, apuntaba a una percepción muy perturbadora de la realidad de la encarnación y de su profundidad: "Jesús como mamífero".

Algunos de uds saben que cuando niño tuve un acuario en mi casa. No es cosa fácil mantener en buen estado el acuario y a sus habitantes. Hubo que ponerle una bomba para regular el oxígeno del agua, ciertos sulfatos medios extraños, vitaminas, la cantidad de luz debía estar medida, y alimentar a los señores peces a la hora requerida. Sin embargo, por agotadora que fuera esta rutina, a mi me encantaba. La verdad es que yo amaba a esos pececillos. Pero... no sé si ellos me querían a mí, ya que no me mostraban el más mínimo "agradecimento". Cada vez que mi sombra llegaba al acuario, buscaban refugio en la piedra más cercana. Sólo mostraban una "emoción": Temor.
Anque levantaba la tapa tres veces al día, a la misma hora, arrancaban como si los fuera a torturar. NO PODÍA CONVENCERLOS DE QUE ME INTERESABAN DE VERDAD.

Para mis pececillos yo era una especie de dios. Demasiado grande para ellos y mis acciones demasiado incomprensibles. Mis actos de misericordia los veían como crueldad; mis intentos de protegerlos los veían como destrucción. Después de mucho tiempo, caí en cuenta que, para cambiar sus percepciones, iba a tener que HACERME COMO UNO DE ELLOS!!. TENDRÍA QUE CONVERTIRME EN PEZ Y "HABLAR" CON ELLOS EN UN IDIOMA QUE PUDIERAN ENTENDER. (BLUP, BLUP! XD)

Un ser humano que se convierta en pez no se puede para nada comparar con que Dios se hiciera niño. Y sin embargo, para los evangelios, esto es lo que sucedió en Belén. EL DIOS QUE CREÓ LA MATERIA TOMÓ FORMA DENTRO DE ELLA, como un artista se pudiera convertir en un punto de su cuadro o un escritor en un personaje de su propia obra. Dios escribió un relato, usando solo personajes reales, en páginas de la historia real. En otras palabras, EL VERBO SE HIZO CARNE. (Jn 1)

Continúa.

Paz .

Gonzalo.