17 septiembre, 2007

De adventista a cristiano evangélico (Un pequeño testimonio)

Hola Cauros
Este es un pequeño testimonio de lo que viví en el adventismo del séptimo día, y de como la gracia soberana me alcanzó. Lo compartí hace un tiempo con un ministerio dirigido a adventistas y exadventistas, que les muestra la verdad del evangelio de la gracia. Espero les sea útil.

Hola Martin:
Hace un tiempo me contacté con vuestro sitio y ha sido de gran bendición. Intercambié algunas líneas con el pastor y te cuento algo más sobre mí:

Soy de Chile, soy parte del equipo ministerial dela Asamblea de Dios Autónoma (Misión Sueca) de Viña de Mar, soy casado hace 9 meses, y tengo 32 años.

Nací en Chillán, y me crié en un hogar, iglesia y colegio adventista. (Chillán es como su sede más importante) Mi abuela fue una de las fundadoras de la Iglesia Central. Mi papá era simpatizante de la Iglesia y donó muchas cosas a la, en ese entonces, escuela adventista nº7 de Chillán. Yo me sentía como niño muy cómodo en la Iglesia, ya que toda mi vida giraba en torno a ella. Convencido totalmente que éramos parte de la única Iglesia verdadera. Mi abuela me enseñó mucho sobre el AT y de la "hermana White". Ella murió en 1983 y tengo un excelente recuerdo suyo.

Ahora en 1986, estábamos hace poco vivendo en Santiago, cuando mi padre fallece trágicamente a los 46 años. Estaba decidido a bautizarse. Fue durísimo, pero si algo tengo que reconocer, fue la inmensa ayuda prestada por el colegio adventista de Las Condes, en todo sentido se portaron como verdaderos hermanos en Cristo, nunca los olvidaré.

Al volver a Chillán, nos involucramos como familia de lleno a las actividades de la iglesia: mi mamá en las dorcas. Mi hermano y yo: Escuela Sabática, conquistadores. Incluso llegué a dirigir algunas reuniones de la Sociedad de jóvenes, cantaba y hasta prediqué una veces en dichas reuniones. Con los conquistadores fuimos a muchos camporees, en fin fue un tiempo lindo. Claro, habían varias interrogantes que yo me guardaba, cosas que encontraba un poco raras pero que no me atrevía a preguntar. Para acallar mis dudas, alos 13 años decidí participar en el seminario Revelaciones del Apocalipsis y además, del curso bíblico complementario (uno bien antiguo en hojas de roneo) . Al terminar me creía un experto en Apocalipsis y el Sábado.(Curiosamente manejaba muy bien el antiguo testamento, del nuevo sabía mjuy poco) Sin embargo todavía tenía dudas infantiles: Por qué no puedo comer hot-dogs? por qué no se puede aplaudir en el culto divino si la Biblia llama a aplaudir al Señor? Me las guardaba y me callaba.


En 1989, por alguna razón (creo que fue Dios) no quize ingresar a la Secundaria Adventista y me fui a un Colegio Laico, y TENIA CLASES LOS SÁBADOS !!! qué hago??? Saben lo que pasó? Había una compañera de curso que me gustó desde el primer día, y por verla a ella asistía los "santos sábados" a clases; me da risa cuando me acuerdo. A Todo esto mi mamá conoció a mi actual papá, que no era adventista, sino evangélico descarriado!! y nos invitó a los tres a un culto de la Asamblea de Dios, que quedaba a una cuadra del depto. donde vivíamos. Se podrán imaginar lo que era para un adventista entrar a un templo "protestante apóstata" y más encima un domingo!!! Sin embargo, y BENDITO SEA EL SEÑOR!!! apenas entramos nos saludaron afectuosamente, cosa que en MI IGLESIA jamás sucedió, Había tanta alegría cuando estos "Kanutos" (asi se les llama en Chile a los evangélicos) cantaban, oraban con tanta devoción, que yo me dije: esto es!!! esto es lo que yo no tengo: Gozo y libertad en el Espíritu para adorar a Dios!!.

Cuando el sábado voví a MI IGLESIA, no podía evitar la comparación.

Dejamos de ir como familia a la Iglesia Adventista y, esto es lo trágico, NADIE NOS FUE A VISITAR. SOLO UNA AMIGA DE MI MADRE VINO A NUESTRA CASA PARA DECIRNOS QUE AHORA TENIAMOS LA MARCA DE LA BESTIA!! Eso fue lo que realmente me alejo del adventismo!! La falta de amor y frialdad de un sistema religioso que se impone por la fuerza.

Bueno, poco a poco Dios nos fue restaurando en su gracia, conoci la libertad de servir a DIos, (Ahora como Hot dogs!!!) el gozo de poder alabarle con todo mi ser, Cristo es Libertad!!.

Hoy le sirvo en una sana congregación, como ministro y músico. Cada día me regocijo de haber sido liberado de la maldición de la ley, y oro por queridos hermanos que tratan de esforzarse por su salvación, viven con temor y guardan cargas que ni siquiera sus líderes pueden llevar.


Que Dios les bendiga abundantemente.

Ojalá este breve testimonio sea de utilidad para alguien.

"DE CRISTO OS DESLIGASTEIS LOS QUE POR LA LEY OS JUSTIFICAIS, DE LA GRACIA HABEIS CAÍDO" Pablo de Tarso a los Gálatas (adventistas del siglo I)

Hasta pronto.


Gonzalo.