11 septiembre, 2007

Consumado es!!

¡Consumado es!
Juan 19:30

INTRODUCCIÓN
Los evangelios presentan una serie de cuadros de la vida de Cristo. Los primeros son preciosos. Nos hablan de una luz que llega a Belén y que desde allí había de alumbrar a todo el mundo. Unos años este cuadro nos muestra el poder de Jesús en ciegos que ahora podían ver, cojos que podían caminar, un muerto resucitar, multitudes que son alimentadas milagrosamente, pecadores que encuentran la esperanza en sus palabras. Pero hay un enorme cambio en los temas de estos cuadros de la vida de Jesús. Sucede lo inesperado. Estos cuadros cambian de colores brillantes, y se tiñen de colores oscuros. Vemos a un Cristo sufriendo los horrores de una crucifixión, cargando una pesada cruz en la que más adelante sería colgado en medio de dos ladrones. Contemplamos a un hombre recibir una serie de insultos y burlas, recibir latigazos en su espalda, y puñetazos y escupitajos en la cara. Y finalmente, lo escuchamos gritar con las últimas fuerzas que le quedan: ¡Consumado es! Estas palabras fueron pronunciadas con tanta intensidad porque quería llamar la atención de todos los que estaban a su alrededor. Y mientras aquellas personas se preguntaban qué significaban esas palabras, dice la Biblia que Jesús... inclinando la cabeza, entregó el espíritu. Estas palabras significan mucho más que sus últimas palabras con vida. Significan mucho más que el fin de la agonía infernal que acababa de experimentar. ¡Consumado es! Se trata de dos palabras que tuvieron significados diferentes, pero interesantes que consideraremos brevemente.



I. PARA SUS DISCÍPULOS FUERON PALABRAS DE DERROTA
A. Al menos un discípulo, Juan, estaba presente en la cruz. Vr. 26 Él iba a llevar el reporte a los demás discípulos. Imagínense la confusión de ellos cuando Juan les narró los hechos de la cruz, y terminando su relato como aparece en el vr. 30 Cuando Jesús tomó el vinagre, dijo: ¡Consumado es! E inclinando la cabeza, entregó el espíritu. Juan no podía creer lo que acababa de presenciar. La idea del Cristo muerto en manos de sus enemigos iba totalmente en contra de todas sus expectativas.


B. También sabemos que el ánimo de los demás discípulos no era nada optimista. Aquellos hombres que escucharon el reporte de Juan, estaban sentados, en silencio, con los ojos fijos en el suelo escuchando las palabras de Juan. Cuando terminó, nadie se movió. Puedo imaginarme a Pedro sacudir la cabeza diciendo ¿Y eso es todo? ¿Eso es lo que ganamos con todo lo que hemos hecho? ¿Dejamos nuestros hogares y trabajos sólo para esto? ¡Creo que hubiera sido mejor haberme quedado pescando! Con toda seguridad, Juan contagió su desánimo a los demás discípulos.


C. Lucas 24:13-21 dice: 13 Aquel mismo día, dos de los discípulos se dirigían a un pueblo llamado Emaús, a unos once kilómetros de Jerusalén. 14 Iban hablando de todo lo que había pasado. 15 Mientras conversaban y discutían, Jesús mismo se acercó y comenzó a caminar con ellos. 16 Pero aunque lo veían, algo les impedía darse cuenta de quién era. 17 Jesús les preguntó: —¿De qué van hablando ustedes por el camino? Se detuvieron tristes, 18 y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, contestó: —¿Eres tú el único que ha estado alojado en Jerusalén y que no sabe lo que ha pasado allí en estos días? 19 Él les preguntó: —¿Qué ha pasado? Le dijeron: —Lo de Jesús de Nazaret, que era un profeta poderoso en hechos y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo; 20 y cómo los jefes de los sacerdotes y nuestras autoridades lo entregaron para que lo condenaran a muerte y lo crucificaran. 21 Nosotros teníamos la esperanza de que él sería el que había de libertar a la nación de Israel. Pero ya hace tres días que pasó todo eso.
Mira la amargura de sus voces. Era como si estuvieran diciendo: "Teníamos grandes sueños y grandes esperanzas, pero ahora todo se ha ido; nos hemos quedado sin nada. No hay nada qué hacer; Si algo iba a suceder, ya es demasiado tarde, pues han pasado tres días".



D. ¡Consumado es! Para sus discípulos estas eran palabras de derrota, como si hubieran apostado todo a Jesús... y hubieran perdido.



II. PARA LOS ENEMIGOS DEL SEÑOR FUERON PALABRAS DE RENDICIÓN

A. En la Biblia descubrimos que cada paso en la vida de Jesús era una batalla a muerte contra Satanás.
1. Satanás movió a Herodes para que matara a todos los bebés en Belén para matar al niño Jesús.
2. Luego lo vemos personalmente tentando a Cristo en el desierto, retándolo a que se aventara desde la cima del templo para morir.
3. Luego vemos cómo engañó a Pedro para convencerlo de que no muriera en la cruz. 4. Finalmente vemos que entró en Judas Iscariote para traicionar y vender a Cristo con sus enemigos.
5. Además, los constantes rechazos de la misma gente entre la que hizo milagros.


B. Sin embargo, la Escritura nos aclara lo que la cruz representó para los enemigos de Cristo.
1 Corintios 2:7-8 - Pero hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta que Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la cual ninguno de los poderosos de este mundo conoció, porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de la gloria.


1. Satanás saboreó su triunfo en la cruz de Cristo y creyó haber destruido el plan de Dios para la salvación de los hombres. La traición de los judíos envío a Cristo a la cruz. Los soldados romanos fueron los que pusieron los clavos a Jesús en la cruz. Pero el que tomó todo el crédito por la muerte de Cristo fue el diablo, que crucificó al Señor de la gloria. Literalmente se estaba cumpliendo la antigua profecía dada en Génesis 3:15: esta te herirá en la cabeza, y tú la herirás en el talón.


2. Cuando Jesús gritó que todos estaba consumado, queriendo decir que cualquier otro sufrimiento sería en vano, Satanás estaba convencido de que había sido el triunfador. Pensó que había derrotado al Señor; pensó que el plan de Cristo había fracasado y que sus planes prevalecerían sobre los de Cristo. Pero este gozo sólo le duraría unas horas nada más. Su desengaño fue una terrible pesadilla con la que nunca contaba.


III. PARA EL DIOS EL PADRE FUERON PALABRAS DE CUMPLIMIENTO
El vr. 23, 28 y 36 repiten una frase muy interesante: para que la Escritura se cumpliera.
A. Tanto las profecías como las demandas de la ley se habían cumplido. Jesús dijo 17» No penséis que he venido a abolir la Ley o los Profetas; no he venido a abolir, sino a cumplir, 18 porque de cierto os digo que antes que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la Ley, hasta que todo se haya cumplido. Todas las profecías hechas en relación con la vida y sufrimientos de Cristo se estaban cumpliendo. Como nunca antes se habían cumplido todas las exigencias del Dios que es tres veces santo. Nadie, ningún solo hombre había podido cumplir completamente con la ley de Dios. Todos habían fracasado, pero Jesús fue el único que llevó una vida plenamente recta ante los ojos de Dios.


B. La paga por el pecado se había cumplido por completo. La etiqueta del precio del pecado es la muerte. La muerte de Cristo fue el pago total. Era imposible que se hubiera pagado de otra forma.


C. Consumado es significa que no se puede hacer nada más ni se necesita nada más para asegurar la salvación de los pecadores. Hebreos 10:11-12 dice: 11 Ciertamente, todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados. 12 Pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios.
1. Durante cientos de años, ríos de sangre habían corrido desde el altar de Dios. Sin embargo, el precio del pecado nunca se había pagado. La obra de los sacerdotes había sido imperfecta. Cada día que pasaba traía nuevos pecados y con él nuevas demandas de sangre.
2. Pero la Biblia enseña que lo que miles de sacrificios de animales no pudieron hacer, nuestro Señor lo pudo hacer con UN SOLO SACRIFICIO HECHO UNA VEZ Y PARA SIEMPRE.
3. El famoso pintor y escultor Miguel Angel es considerado uno de los grandes artistas de todos los tiempos. Se dice que cuando este hombre comenzaba una de sus obras, la abandonaba en un arranque de su mal carácter, de modo que él dejó más obras inconclusas que las que completó. En Florencia, Italia, hay una amplísima muestra de sus obras que nunca terminó.
4. Qué diferencia con el Señor Jesucristo: no dejó nada inconcluso. Nada iba a impedir que culminara su gran sacrificio por nuestros pecados, porque no hay nada que pueda detener su mano. Todo lo que Dios se propone lo hace y lo termina por completo. Él ofrece la salvación como una obra totalmente terminada. No queda nada para que tu y yo tengamos que hacer. Y esto nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Qué significan estas dos palabras para nosotros hoy?


IV. PARA EL CRSITIANO SON PALABRAS DE SEGURIDAD
A. Esto significa que la salvación del verdadero creyente es totalmente segura. Cristo lo hizo absolutamente todo. Muchos creen que la muerte de Jesús en el Calvario hizo posible la salvación de los pecadores. Pero decir eso es restarle toda su virtud y minimizar la obra de Cristo. Decir eso es decir que en la cruz nadie fue realmente salvo; es decir que no fue comprada la salvación de nadie; es decir que sólo se consiguió la POSIBILIDAD. Pero la Biblia enseña claramente que sin derramamiento de sangre NO HAY remisión de pecados. Y como la sangre de Cristo fue derramada, entonces en la cruz Cristo compró todo lo que necesitamos los pecadores para ser salvos. Cristo compró EFECTIVAMENTE a los que son suyos.


B. Cristo dijo: Mi vida pongo por las ovejas. Él vino a morir por su pueblo. Vino a morir por sus ovejas; vino por los que el Padre le había dado; vino a morir por su iglesia. Vino a salvar lo que se había perdido. Y las maravillosas noticias de la cruz, son que Cristo tuvo éxito en lo que él se propuso hacer. Así que el que se ha arrepentido de sus pecados y creído en Jesús como su salvador personal puede oír las palabras de Jesús como una garantía de que su salvación está asegurada, pues todo lo hizo el Señor. Lo único que hicimos fue recibir la salvación como un regalo. Todo depende de Él. Por eso toda la gloria es para Él. El creyente no está tratando de ser salvo, sino que sabe que todo ha sido pagado; todo ha sido cumplido por Jesús.


C. Algunos cristianos que dicen haber creído en Jesucristo como su Salvador, pasan los días preocupándose por si Dios verdaderamente los ha aceptado. Nunca están seguros de su relación con Dios, y por eso viven atrapados en el desánimo que produce el fracaso ante las tentaciones. Se olvidan que por medio de Cristo han sido hechos ACEPTOS EN EL AMADO. Hermanos, “Consumado es” significa que nuestra aceptación por parte de Dios es completa. Soy acepto por Dios no por lo que hacemos, sino por lo que Cristo ha hecho por nosotros. Estas palabras de Cristo también nos deben animar a continuar en nuestro peregrinar por esta vida, pues si el Señor no escatimó en darnos a su Hijo, tenemos la seguridad de que nos dará todas las cosas que nos hagan falta.


V. PARA LOS PECADORES SON PALABRAS DE SALVACIÓN
A. La muerte de Cristo es la única solución para la necesidad más grande de todos los hombres: el perdón de sus pecados. Ningún pecado es imperdonable. No hay ninguna alma que quede fuera del alcance del poder de la sangre de Cristo. No hay ningún pecador por más vil que sea que no pueda ser perdonado si viene a Cristo. Tal vez alguien piense que ha sido tan malo que Dios no quiera perdonarlo. Pero Cristo dijo: El que viene a mí, no le echo fuera. Venid a mí, todos los que están cansados, que yo los haré descansar.


B. ¡Consumado es! Son palabras que indican que no hay nada que el hombre pueda hacer para salvarse a sí mismo. La Biblia enseña que el hombre sin Cristo está muerto. Como cualquier muerto, no puede hacer nada para revivir. Necesita recibir la vida desde afuera. Por eso la salvación es una obra terminada, y no un proyecto que puede hacer uno mismo. Las buenas obras no pueden ganar la salvación. Por más sincera que sea su devoción, eso no puede pagar tus pecados.


C. La muerte de Cristo tiene una razón muy sencilla: nuestros pecados. No fue otra cosa más que nuestros pecados lo que llevó a Cristo a la cruz. No hay más grave delito que perseguir en todo el universo que el pecado tuyo y mío. Fuera de Cristo, no existe ninguna esperanza. Si nunca te has arrepentido de sus pecados, te invito a que en este día le pidas a Cristo por la salvación de tu alma. No hay nada más que hacer al respecto que reconocer nuestra culpa ente él y acudir a Jesucristo para recibir el perdón de pecados.


CONCLUSIÓN
¿Qué significado tiene para ti hoy las palabras de Cristo cuando dijo “Consumado es”?


Si vives como si los eventos sucedidos en la ciudad de Jerusalén hace dos mil años no tienen mayor importancia en su vida hoy, estas palabras son una seria advertencia a tu incredulidad. Sus palabras representan una advertencia del grave peligro que corre. La Biblia enseña que Cristo murió para salvar a los pecadores de la muerte eternas. Aquellos que no creen en la necesidad de realidad de un juicio de Dios al final de esta vida,


Si has pasado mucho tiempo confiando en tus esfuerzos personales para salvar su alma, yo te invito a abandonar esos esfuerzos inútiles y acercarte a Cristo para obtener verdaderamente el perdón de tus pecados por la sangre que él derramó en la cruz. Debe estar dispuesto a dejar la vida que ha llevado hasta ahora y acercarse en completa humildad ante él.


Si estás luchando en medio de alguna aflicción, alguna tragedia, algún dolor, algún desánimo, alguna tentación, estas palabras de Jesús son palabras de aliento y esperanza. Cristo no sólo murió para que tengamos vida eterna, sino para que los suyos tuviéramos ánimo y coraje para vivir en un mundo de angustia, aflicción y lleno de imperfecciones. Para vivir gozosos en la tribulación.


Si te estás esforzando en servir a Dios, estas palabras son un llamado a continuar perseverando en la gracia que un día nos salvó. Son palabras que nos deben llenar de agradecimiento por la gran obra que Dios hizo por nosotros. Son palabras para seguir firmes hasta que él venga.